“NO HAY TIEMPO QUE PERDER”
UN ENCUENTRO PARA ORGANIZAR UNA ALTERNATIVA
ANTICAPITALISTA A LA CRISIS Y A LOS INTENTOS DE REGENERACIÓN DEL RÉGIMEN DEL
78.
El pasado 28 de noviembre tuvo lugar el encuentro “No hay tiempo que
perder” en Málaga, al que asistieron activistas y militantes procedentes de
distintas organizaciones y experiencias políticas de todas las provincias
andaluzas, Catalunya, Madrid, Castilla y León, Aragón y País Valenciá. Este
espacio fue un lugar de encuentro para la reflexión, el debate y la acción.
Como ya se recogía en el manifiesto que dio lugar a la convocatoria, el
objetivo era empezar a articular un espacio anticapitalista y rupturista en el
Estado Español para enfrentar la situación en la que nos encontramos de crisis,
paro, precariedad y miseria, combatir los intentos de regeneración del Régimen
del 78 que se preparan para después de las elecciones del 20D y construir una
alternativa política tanto a PODEMOS como a Unidad Popular (IU).
El terremoto que la crisis ha causado en el Estado español, cerrando miles
de empresas, causando recortes salvajes, colocando a gran parte de la clase
trabajadora y de las clases populares en situación de emergencia social, un
terremoto que empezó a expresarse políticamente con el 15M, no ha llegado a
romper lo que hay. Es cierto que ha acabado liquidando el bipartidismo pero sin
beneficio para la mayoría. Cuatro partidos van a disputarse el poder el 20D y
todas las combinaciones posibles nos dan gobiernos que serán fieles a la
austeridad dictada por la troika.
Para l@s compañer@s que asistieron el encuentro la necesidad está clara:
construir una alternativa a las organizaciones actualmente existentes a la
izquierda del PSOE: PODEMOS y Unidad Popular. Estos proyectos, que han
despertado ilusión involucrando a mucha gente luchadora y honesta, no
representan herramientas de transformación para lograr una salida de la crisis
favorable a la clase trabajadora, las mujeres, la juventud y el resto de
colectivos oprimidos, como demuestra el caso de Grecia. Syriza con Alexis
Tsipras a la cabeza ha sido la mejor demostración de la imposibilidad de
enfrentarse a las medidas de austeridad impuestas por la troika, sin romper la
baraja. Lo máximo que Podemos y Unidad Popular pueden prometer es ser un
segundo Tsipras, hacer gestos de “oposición” para finalmente convertirse en el
ejecutor de “izquierdas” de las medidas exigidas por la Unión Europea y el
capital. Ni transformación ni cambio son posibles en los márgenes del sistema
económico en el que vivimos.
Respecto a la crisis del Régimen del 78, Podemos se ha convertido en una
apuesta por la regeneración del mismo. No solamente mantiene un programa que se
opone a medidas que fueron coreadas por millones en la calle, como el no pago
de la deuda, la expropiación de las viviendas vacías o la reforma agraria. Sino
que se alinea con el PP, PSOE y Cs en una de las crisis más importantes en el
régimen, el proceso catalán. Ha supeditado el derecho a decidir a la misma
legalidad constitucional que la prohíbe, ha renunciado a incorporar siquiera el
debate sobre la forma del Estado y se limita a una reforma constitucional de
cinco puntos que no supone más que un lavado de cara. Podemos ha hecho
esfuerzos por convertirse en un partido “respetable” para los grandes
capitalistas, y como botón de muestra está la incorporación a sus listas del
ex-JEMAD Julio Rodríguez, defensor de la OTAN.
Unidad Popular, por su parte, representa la “marca blanca” de IU. Un
partido que comparte con PODEMOS un programa de tibias reformas económicas.
Pero además, cuenta con un largo historial de convivencia con los partidos
capitalistas y en las gestiones de recortes (como en los últimos años en Andalucía
con el PSOE) y de relaciones orgánicas con la burocracia sindical, uno de los
pilares del Régimen que impiden que la lucha obrera y popular intervenga en
escena.
Por tanto, sea cual sea el resultado del 20D, es necesario construir una
herramienta política anticapitalista, antipatriarcal y antiimperialista para
l@s trabajadores/as, las mujeres y la juventud, l@s de abajo, que ponga a
las claras sobre la mesa que no hay salida sin las movilizaciones, sin la
calle, sin que la mayoría de la población, l@s que trabajamos cada día,
irrumpamos en el escenario de lo político. Solamente así podremos levantar un
programa acorde con nuestras necesidades. Levantarlo y llevarlo a cabo.
Es necesario levantar un programa anticapitalista, de ruptura en
defensa de l@s trabajadores/as, que retome las demandas democráticas que se
plantearon en las calles desde el 15M en adelante. Algunas medidas se
adelantaron en la convocatoria al primer encuentro y en los debates que
tuvieron lugar el 28-N en Málaga. Medidas fundamentales (dejadas de lado por
PODEMOS y UP) como el no pago de la deuda, la nacionalización de la banca bajo
control obrero, una renta básica universal e incondicional, la coordinación de
las luchas y la denuncia a la burocracia sindical, plenos derechos para las
mujeres, jóvenes e inmigrantes, contra la criminalización de la protesta
social, en defensa del derecho de autodeterminación de los pueblos mediante la
movilización independiente (y no de Artur Mas y los partidos de la burguesía
catalana con quienes el proceso de autodeterminación está en callejón sin
salida), entre otras.
En contraposición a la estrategia reformista de ocupar las instituciones
como fin en sí mismo, el camino pasa por desarrollar la movilización obrera y
popular y la autoorganización de l@s trabajadores/as. Y como una tarea urgente
y crucial, combatir el fortalecimiento de las tendencias guerreristas,
imperialistas, liberticidas y racistas en auge en el continente, y de las que
el próximo Gobierno será fiel defensor.
Esto no va a ser tarea de uno ni de dos días. Toca seguir debatiendo, pero
también seguir luchando y construyendo las resistencias desde ya. La siguiente
cita, consensuada por los y las asistentes al encuentro, será en Madrid,
alrededor de febrero de 2016 (la fecha definitiva se concretará en breve). Esta
cita será un paso más en la construcción de una herramienta política para l@s
de abajo. Una herramienta que debe comenzar a construirse desde ya, desde
nuestras ciudades y barrios, nuestros pueblos, nuestros centros de estudio y de
trabajo. Es urgente que nos pongamos manos a la obra. Con este objetivo, las
organizaciones y personas comprometidas desde ya con el proyecto organizarán
asambleas abiertas en los territorios y localidades para preparar el segundo
encuentro y para discutir los aspectos programáticos, políticos y organizativos
de una nueva alternativa que empiece a disputar políticamente el espacio
popular para sacarlo del hipnotismo institucional en el que está sumido,
retomar la movilización y darle objetivos anticapitalistas.
Queremos hacer un llamamiento a todos aquellos y aquellas que piensan que
es necesario construir esta herramienta independientemente de lo que hayan
votado el 20D. La crisis no va a acabar después las elecciones y tampoco lo
harán las medidas de austeridad y los recortes de derechos. Tenemos que
construir una alternativa y tenemos que hacerlo ya. No hay tiempo que perder.
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