El Frente
Nacional ha alcanzado cerca de 6 millones de votos en las elecciones regionales
celebradas el pasado domingo 6 de diciembre. El aumento de la extrema derecha
se confirma por tanto en cada elección : de 2,2 millones de votos en las
regionales de 2010 a 4,7 millones en las europeas de 2014, para acabar
alcanzando el resultado actual. ¿Cómo se ha podido llegar hasta ahí ?
¿Cómo un partido tan descaradamente xenófobo, que se apoya en los miedos, es
anti obrero y muy cercano de los patronos, ha podido en tan pocos años
convertirse en el primer partido del país en lo que se refiere a número de
votos ?
Una fuerte
abstención de los jóvenes y de los obreros.
En primer lugar
y aunque haya ligeramente disminuido con respecto a las anteriores elecciones
regionales, la abstención se mantiene a un nivel elevado y sigue siendo
mayoritaria, ya que se suma el 50,09 %. El 65 % de los jóvenes de
entre 18 y 34 años se han abstenido, así como el 61 % de los obreros. Esto
es un repudio claro a los diferentes gobiernos que se han ido sucediendo estos
últimos años, y en concreto al de la izquierda socialista. Ésta ha hecho todo
lo posible para que su electorado se distancie de ella : por un lado
doblegándose de manera vergonzosa frente al MEDEF (la patronal francesa), anticipándose
a todos sus deseos, con las cifras catastróficas sobre el paro que conocemos.
Para dar miles de millones a la patronal, ha recortado en todos los servicios
útiles a la población, hasta el punto de asquearla y de desorientarla. Ha
condenado de una forma especialmente grosera a los asalariados de Air France
por luchar contra sus despidos. Y por fin, desde el principio del estado de
emergencia, la hemos visto sacar los temas tradicionalmente del FN poniendo en
pie una de las medidas exigidas por dicho partido : la pérdida de
nacionalidad para los que tienen doble nacionalidad. Sin hablar de las
detenciones de militantes y la prohibición de las manifestaciones por el clima
o por cuestiones sociales, pero manteniendo las manifestaciones comerciales como
el gran mercado de Navidad en los Campos Elíseos por ejemplo. En cuanto a la
derecha, ha seguido sin avergonzarse los pasos del FN para intentar recuperar
votos, pero esta vez esa operación no ha funcionado, sin embargo sí ha
contribuido a legitimar al FN y a hacer que los electores prefiriesen el
original a la copia. ¿Cómo extrañarse entonces que haya cada vez menos gente
que vaya a votar por esos partidos ?
El FN, un
peligro para todos los asalariados.
Sin embargo ese
asqueamiento entendible ha hecho emerger un partido como el FN que representa
un verdadero peligro contra el mundo del trabajo. Un partido populista
dispuesto a prometer todo lo que la gente quiere escuchar para sacar votos.
¿Cómo hará para llevar a cabo sus promesas ? La diana principal de dicho
partido son los extranjeros. No los patronos que despiden, roban miles de
millones, se atacan al estatuto de los trabajadores o pretenden acabar con los
contratos indefinidos. No, ni una palabra en contra de esos sinvergüenzas. Los
únicos responsables de todos nuestros males son los inmigrantes. ¿Un poco
simplista ? Sí, pero el hecho de que millones de personas voten por eso,
demuestra su desesperación y su desorientación.
¿Cómo luchar
contra el FN?
Vemos desfilar
a todos los responsables de esta situación, políticos de derechas o de
izquierdas, llamándonos a « arrebato » republicano. ¿Pero de quién
pretenden reírse ? La derecha no es para nada una solución frente al FN.
Está en competición permanente para averiguar quienes son los más reaccionarios,
los más racistas y los mejores servidores de los capitalistas. Votar para la
derecha sería como acabar votando contra nuestros intereses. En cuanto al PS,
la trahición a las aspiraciones de su electorado es una de las razones del
aumento de la extrema derecha. Si fuese sincero al pedirnos nuestros votos con
la excusa de la lucha contra la extrema derecha, empezaría por acabar
inmediatamente con el estado de emergencia, con las prohibiciones para
manifestarse y con las medidas contra las clases populares, abriría las
fronteras y acogería a los refugiados que huyen la miseria, la guerra y el
terrorismo. Luchar contra la progresión del FN nos exige luchar contra las
políticas de las que se nutre, defender nuestros derechos, los intereses de los
trabajadores y de la juventud.
Sólo una
solución : volver a coger confianza en nuestras propias fuerzas.
Nunca se han
cambiado nuestras vidas mediante las elecciones. Por tanto, no tenemos que
desesperarnos por las elecciones. No hemos perdido nada de nuestra fuerza, que
reside no en las urnas, sino en las luchas. Retomando confianza, podremos
iniciar la contra ofensiva contra los verdaderos responsables de nuestra
situación : los patronos de las grandes empresas. Y a partir de ahí el
aumento del FN se quedará en un mal recuerdo del pasado.
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