Cuando a importante victoria llevó al poder en
enero de 2015 a Alexis Tsipras, los inversores chinos temieron que los
compromisos con la troika del anterior ejecutivo no se llevaran a cabo. No en
vano, Syriza había defendido hasta ese día la paralización de todas las
privatizaciones de Nueva Democracia-PASOK, incluida la de El Pireo. Hoy el
grupo empresarial puede respirar satisfecho.
La iniciativa se retomó tras el 3º memorándum
acordado en agosto y a primeros de abril el gobierno selló apresuradamente la
venta del histórico puerto y patrimonio del pueblo griego desde hace dos
milenios a la compañía asiática China Ocean Shipping Company (Cosco), que
gestionará el 67% del capital del espacio heleno. Esta operación culmina un
proceso de 2 años y fuertes movilizaciones desde la convocatoria del concurso y
se convierte en la 2ª mayor privatización tras la venta de la gestión de 14
aeropuertos a la empresa alemana Fraport en diciembre.
Las y los trabajador@s portuarios, que en octubre
ya hicieron una demostración de fuerza con una huelga de 48h, han peleado con
uñas y dientes la defensa de sus condiciones laborales. La semana anterior al
cierre de la venta marcharon en sucesivas manifestaciones por el centro de
Atenas mientras las terminales de contenedores permanecieron cerradas. El
gobierno de Tsipras previó llegar a militarizar el puerto si la resistencia se
recrudecía.
El presidente de la Unión panhelénica de marineros
ha denunciado que la empresa Cosco impone un código laboral propio del medievo
y que el puerto de El Pireo es un obsequio de una propiedad que pertenece al
pueblo de Grecia: “¿Por qué tiene que ser China garante de nuestras relaciones
portuarias y no el estado griego? Sin soberanía perdemos nuestra democracia”.
Cabe recordar que el puerto de Atenas ha sido durante siglos el mayor centro
logístico del Mediterráneo Oriental.
El contrato de cesión durará 36 años obliga al comprador
a invertir 350 millones, sin embargo los beneficios para el estado griego serán
realmente escasos. Los ingresos directos de la venta son de 280,5 millones de
euros, un dinero que desde luego no está disponible para las necesidades de
recuperación económica, pues todos los ingresos de las privatizaciones van
directamente al pago de la deuda contraída.
El presidente de la multinacional china, Xu
Lirong, estuvo presente en el acto de firma y aseguró que su empresa invertirá
en el mejoramiento de la infraestructura portuaria, y creará nuevos puestos de
trabajo como muestra de su compromiso. Ese mismo día Amanecer Dorado convocó un
despliegue en las instalaciones del puerto apoyando a los trabajador@s y
cargando contra la “islamización de Europa”, pues miles de refugiados acampan
en sus instalaciones la espera de ser deportados.
La defensa del puerto y sus terminales ha sido una
consigna muy repetida en las 3 huelgas generales en Grecia tras la segunda
victoria electoral de Syriza en septiembre pasado. Días antes del referéndum de
julio Tsipras prometió en un mensaje televisado que la troika jamás arrebataría
al pueblo griego la joya de su corona.
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