viernes, 22 de enero de 2016

GRANADA: ESTANCO PUERTA REAL; ¡¡JESSICA READMISIÓN!!

Comenzar a trabajar en uno de los sectores más vulnerables del mundo laboral actual como es el comercio en la Provincia de Granada, ha supuesto la posibilidad de desplegar una acción sindical planificada desde que tuvo lugar la firma del contrato. La realidad en las pequeñas empresas, deja un margen prácticamente inexistente al respeto de los derechos laborales y sindicales, en un escenario en el que se exige una identifcación máxima con el proyecto del empresario, sufriendo una situación de precariedad total.

Con una apariencia de vulnerabilidad total, se abren espacios de intervención sindical que, basándose en reivindicaciones concretas y fácilmente alcanzables, con la necesaria colectivización, nos permite ir construyendo una base sólida para la posterior situación de conflicto, que obligadamente se va a dar.
En el caso concreto del centro de trabajo calificable como de pequeño comercio en el que trabajo, donde la plantilla es de 3 trabajadores a lo sumo, no es una excepción en cuanto a la ausencia de derechos laborales se refiere, con jornadas de 11 horas diarias, todos los contratos en fraude de ley, una situación de abuso constante por parte del empresario en cuanto a horario de trabajo, vacaciones, seguridad y salud laboral, y con salarios deplorables. El hecho de que exista una planificación a largo plazo de una lucha sindical, implica necesariamente caso un periodo de clandestinidad en el que se debe conocer el escenario, a lxs compañerxs que te rodean, y con ello ir configurando una idea colectiva de las necesidades reales, de manera que la plantilla sea más permeable a llegar a un nivel de conciencia sobre la situación abusiva que está sufriendo.
El momento clave llegó cuando la compañera más castigada por los abusos del empresario, tomó la iniciativa de denunciar su situación ante Inspección de Trabajo, con la consiguiente visita al centro de trabajo del Inspector en julio de 2015, lo cual llevó a la regularización de los contratos, y a un nuevo escenario en el que tras la inmediata constitución de la Sección Sindical, nos ha permitido llevar a cabo una labor constante de exigencias laborales a las que el empresario ha tenido que ir claudicando casi sin margen de maniobra. Ejemplos claros como el aumento de salario, el ingreso de la nómina en cuenta bancaria con el prorrateo de las 4 pagas extras que establece nuestro Convenio Provincial, la negociación del horario, el disfrute de todas las jornadas festivas, el reconocimiento y pago de 6.000 Euros de deuda a la compañera que interpuso la denuncia a Inspección de Trabajo en concepto de horas extraordinarias realizadas desde su contratación, recibir cursos de formación en materia de prevención de riesgos laborales, pasar el reconocimiento médico anual y jornadas de descanso acordes a Convenio, hacen ver una situación totalmente diferente a la que se puede dar en cualquier centro de trabajo del sector, y que pone de manifiesto la facilidad con la que una labor con orientación clara, puede mejorar las condiciones laborales de la plantilla.
Aún así, la compañera que inició la lucha sindical ha sido despedida recientemente, tras haber presionado al empresario ante una reivindicación concreta relacionada con el respeto a condiciones favorables para la salud y bienestar de la plantilla en el centro de trabajo, encontrándonos ante un nuevo escenario para el que habíamos venido preparándonos desde que se creó la Sección Sindical. Por ello, se va a emprender una campaña de movilización por su readmisión y por el respeto a los Derechos de los Trabajadores en los sectores más desprotegidos como son el de Comercio y Hostelería.
Aún más importante es la sensación de inseguridad creada en el empresario por conocer de primera mano lo que supone un equilibrio de la correlación de fuerzas, que aún con el marco legal ventajoso para los propios intereses de la patronal, puede ver su conducta abusiva neutralizada por el factor sorpresa con el que jugamos en estas situaciones. La experiencia sirve para hacer ver que no basta con reaccionar ante situaciones extremas como puede ser la amenaza de despido inminente, ya que implica mucho más riesgo que trazar unas líneas de acción desde el primer día, que si bien en un primer momento son de carácter defensivo, permitirán ir introduciendo reivindicaciones que vayan generando una dinámica de negociación directa con el empresario de aspectos mejorables respecto a lo fijado en Convenio. En nuestro centro de trabajo por ejemplo, hemos llegado a imponer.

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