Reproducimos aquí la entrevista que aparece en la Revista de IZAR de este mes a nuestro compañero italiano Angelo Cardone, del colectivo Guevara.
¿Cuál es
la situación actual de la lucha de clases en Italia?
En Italia
cada vez se hace más duro el ataque a los derechos de los trabajador@s por
parte de la patronal, favorecidas por el gobierno Renzi. Despidos, cierre o
reestructuración de empresas, deslocalizaciones, etc. Los trabajador@s intentan
responder, por desgracia sólo cuando son golpeados directamente, con luchas y
piquetes delante de las fábricas, pero estas luchas se quedan aisladas y muchas
veces concluyen con la derrota y la adopción de “contratos de solidaridad”, la
aceptación de la disminución de salarios por las empresas para evitar despidos.
En este
momento no existe un movimiento unitario de trabajador@s significativo, sobre
todo por la responsabilidad de la dirección de la CGIL que desde hace muchos
años tiene un comportamiento cómplice con la patronal y los gobiernos, y por la
incapacidad de los trabajador@s de dotarse de dirección alternativa. Los
sindicatos de base en conflicto (USB, Cobas) son minoritarios y no consiguen
desencadenar dinámicas de lucha unitaria.
¿Cuáles son los ataques del
gobierno de Renzi y la valoración que hace la izquierda anticapitalista?
Renzi es
el que ha completado la transformación del Partido Democrático en sentido
“hiperliberal”. Puede ser definido como el Tony Blair italiano. Su gobierno
recorta en gasto de estado del bienestar y prepara nuevas reformas para
disminuir las pensiones. Está desencadenando un ataque contra los empleados
públicos, como los profesores con la reforma de la educación, llamada “Buena
escuela”. Pero el ataque contra los trabajador@s públicos también es
propagandístico, acusando a los funcionarios de absentismo, la indemnización
por enfermedad y el derecho a huelga.
Además,
una de las primeras medidas del gobierno Renzi fue la Jobs Act, una reforma
laboral que completa el ataque de otros gobiernos a los derechos de los
trabajador@s. Y convierte en permanente y “normales” las formas de trabajo
flexible, los empleos precarios y mal pagados. Luego está el llamado “Plan
casa”, que facilita los desahucios y criminaliza las ocupaciones de viviendas
vacías.
La
izquierda anticapitalista en Italia por desgracia está fragmentada en diversos
grupos y organizaciones. Aunque es consciente de la gravedad de los ataques y
muchos de sus militantes dirigen luchas, no consigue tener una respuesta
adecuada a la situación.
¿Cuál es el origen del
Colectivo Guevara y su trabajo e intervención política?
El
Colectivo Guevara nace de la disolución de Sinistra Critica, por parte de un
grupo de militantes que no compartió la política de apoyo a Syriza. El Colectivo
Guevara está presente sobre todo en Puglia. Organizamos luchas con trabajadores
inmigrantes (por ejemplo, gestionamos la ocupación de un inmueble con
refugiados sin casa en Bari), trabajamos con la solidaridad internacionalista
(hemos empezado desde hace un año un proyecto en la franja de Gaza) e
intentamos apoyar las luchas de los trabajador@s en algunas fábricas y luchas
medioambientales en nuestro territorio. Somos un grupo todavía pequeño pero
trabajamos por la coordinación y unidad de los anticapitalistas.
¿Cuál es vuestra opinión sobre
los nuevos proyectos de la izquierda europea, Syriza y Podemos?
En Italia
muchas personas de izquierda han creído que Syriza en el gobierno podía de
algún modo frenar la austeridad impuesta por la troika. Nosotros hemos
intentado desde el principio alertar sobre esta situación. El caso griego se ha
convertido en la enésima demostración de la incapacidad de los “reformistas” de
ser de alguna utilidad para los trabajador@s, y de cómo éstos pueden
convertirse en los mejores ejecutores de las políticas de las clases
dominantes, como hace Tsipras con el memorándum. A nosotros nos parece que
Podemos está siguiendo la misma vía que Syriza.
El rumbo
de estas dos conocidas formaciones demuestra que no puede existir una política
“anticapitalista” en coaliciones reformistas. Cuando los anticapitalistas optan
por la unidad política con los reformistas están destinados a fracasar, porque
aceptan esta unidad sobre el terreno de las instituciones burguesas, donde no
tienen ningún margen de maniobra, y están condenados a no ser influyentes y a
sembrar ilusiones, haciéndose responsables de las traiciones a la clase
trabajadora de los reformistas.
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