viernes, 30 de octubre de 2015

7N CONTRA LA VIOLENCIA DEL PATRIARCADO Y EL CAPITAL

Comunicado de Andalucía Desde Abajo

Vamos a Madrid el 7N.
Ya son 36 las mujeres asesinadas este año, 864 desde 2001, víctimas de la violencia machista. Un volumen de cifras que nada tiene que ver con la escasa repercusión que causa en los medios de comunicación, lo que indudablemente dificulta la visibilización del problema. Unas cifras que se mantienen año tras año, muerte tras muerte, evidencian que no se trata de sucesos puntuales sino de un problema enraizado en lo más profundo del sistema y que se manifiesta, en su forma más extrema, en estos asesinatos.

Desgraciadamente, las consecuencias del sistema patriarcal van mucho más allá. Los únicos casos conocidos son los que implican muertes, todo lo demás es invisible. Miles de mujeres sufren violencia por parte de sus parejas o familiares en el más permanente de los silencios. Fuera del espacio privado o familiar, el acoso sexual en el espacio de trabajo y en la vía pública es todavía mayor. En 2013, según datos del Ministerio del Interior, se penaron 1.298 violaciones con penetración, y se registraron 2.859 denuncias correspondientes a menores y 10.621 presentadas por adultas.

Sin embargo, la violencia que se ejerce sobre las mujeres está lejos de restringirse a la violencia física o psicológica. Por un lado, estamos obligadas a llevar el peso del conjunto de trabajos de cuidados, domésticos y de niñ@s, ancian@s y dependientes, realizando así un trabajo invisible, no remunerado, fuera de los marcos del mercado, y relegándonos a una categoría secundaria. Por otro lado, nos incorporamos al mercado laboral con las peores condiciones de empleo: jornadas a tiempo parcial, salarios mucho menores que los de los hombres, dificultad a la hora de promocionar…

Las políticas de recortes en servicios públicos, fundamentalmente educación y sanidad, recaen especialmente sobre nosotras, viéndonos forzadas a asumir en la práctica estas tareas. La crisis ha producido así una rehogarización de los trabajos de cuidados, pero dicha rehogarización no se ha repartido a partes iguales entre hombres y mujeres. Somos nosotras las que terminamos asumiendo estas tareas en casa, siendo las mayores víctimas de los recortes, no sólo en servicios públicos, sino también en la ley de dependencia y la reforma de las pensiones.

Y por si fuera poco nos niegan el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos y el momento en el que queremos ser madres. El derecho al aborto está siendo de nuevo atacado, victimizándonos e infantilizándonos, llegando al extremo de que una mujer de 16 años puede decidir libremente someterse a una intervención quirúrgica innecesaria sólo con fines estéticos y no puede decidir sobre su propia maternidad.

Todas estas violencias estructurales ejercidas sobre las mujeres tienen como única raíz el sistema capitalista y patriarcal. Toda victoria feminista pasa necesariamente por golpear al capitalismo de frente. No habrá reparto del trabajo de las mujeres sin reparto de la riqueza. No hay feminismo sin anticapitalismo. Por eso este 7N salimos a la calle una vez más defendiendo la necesidad de un feminismo de clase y combativo, un feminismo en los barrios, escuelas, institutos, universidades y centros de trabajo. Sólo la autoorganización y la movilización sostenida permitirán una verdadera liberación de las mujeres.

¡7N, CONTRA LA VIOLENCIA DEL PATRIARCADO Y EL CAPITAL!


No hay comentarios:

Publicar un comentario