domingo, 26 de julio de 2015

GRECIA: "QUIEN SIGUE APOYANDO DE MANERA CRÍTICA AL GOBIERNO, APOYA DE MANERA "CRÍTICA" LA AUSTERIDAD".

Entrevista con Manos Skoufoglou dirigente del OKDE-Spartakos (organización de los comunistas internacionalistas de Grecia, sección griega de la Ivª internacional) y miembro de la coalición anticapitalista Antarsya. Manos analiza para nosotr@s la situación en Grecia después del acuerdo del 13 de julio entre Tsirpas y los dirigentes de la Unión Europea.



¿Podrías indicarnos los detalles del plan Tsirpas propuesto a la Troika? ¿Cuales son las diferencias con las propuestas de la Troika?

El plan propuesto por Tsirpas a la Troika, que ésta ha aceptado, es claramente un nuevo memorándum, un nuevo plan de austeridad, el más duro de todos. Contiene medidas que golpea con fuerza a la clase trabajadora, así como nuevas bajadas de sueldos y de las pensiones en el sector público, un aumento importante del IVA sobre productos de primera necesidad y un aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años. Garantiza la aplicación de todas las medidas de los anteriores planes de austeridad que aún no habían sido puestos en marcha. Facilita de manera significativa la confiscación de los depósitos bancarios de las personas endeudadas con pequeños salarios. Garantiza que se lleven a cabo todas las privatizaciones en curso y anuncia nuevas: dos de los puertos más grandes de Grecia (del Pireo y de Tesalónica), de todos los aeropuertos, de trenes y de las redes eléctricas.

El plan propuesto por el gobierno es casi idéntico al propuesto por la Troika y que fue rechazado de manera masiva por el pueblo con el 61% de los votos en el referéndum del 5 de julio. Sólo aparecen dos diferencias visibles. La primera es una tasa de excedente primaria del presupuesto del Estado más baja, una reconsideración impuesta por la propia realidad, ya que las tasas previstas anteriormente ya eran imposibles de alcanzar. La segunda es una reducción más débil de los gastos en armamento, un punto sobre el cual el gobierno griego tenía una posición aún más reaccionaria que la propia UE. A parte de esos pequeños detalles, el gobierno griego ha retrocedido en todas sus reivindicaciones: el FMI permanece en el plan de devolución, no hay ningún compromiso por una reducción (sin hablar ni tan siquiera ya de anulación) de la deuda pública y los tecnócratas de la Troika van a regresar a Grecia (desde enero ya no estaban autorizados a ello y tenían por tanto que trabajar y negociar desde Bruselas o París). Por si todo esto fuese poco, el nuevo plan de financiación de más de 80 mil millones se hará en pequeñas dosis, y no solamente como contrapartida del compromiso a aplicar las nuevas medidas, sino también con el prerrequisito que esas medidas sean previamente votadas. La primera tarea es que el parlamento adopte 12 reformas en una semana.

Hay que decir claramente que todo intento de buscar excusas para el gobierno es ridículo, e incluso una traición. El “gobierno de izquierdas” tan alabado, y Syriza en particular, son responsables de un escandaloso plan de austeridad capitalista, es tan sencillo como eso.

¿Qué significa el acuerdo que Tsirpas acaba de firmar (el lunes 13 de julio)? ¿Qué perspectivas para rechazarlo?

La clase obrera de Grecia ha rechazado de manera masiva un acuerdo con la UE y el FMI así como un nuevo plan de austeridad, mediante el referéndum pero también mediante la movilización. Los ha rechazado mediante su voto (todos los barrios y las ciudades populares han votado a más de 2/3 por el NO, con incluso en algunos casos alcanzando hasta un 80%), y mediante su masiva movilización. Tenía conciencia del riesgo, sufría por el cierre de los bancos y la severa limitación para sacar dinero y rechazó a pesar de todo de manera consciente el acuerdo. Sin embargo, el gobierno, que al parecer apoyaba el NO, ha tardado muy poco tiempo en transformar ese rotundo NO en un SI. La primera cosa que han hecho al día siguiente del referéndum fue hacer un llamamiento a una reunión de todos los “dirigentes políticos”, es decir a una reunión con todos los partidos parlamentarios con el objetivo de alcanzar un consenso nacional. Los partidos burgueses básicos pro austeridad, Nea Demokratia, el PASOK y Potami, han visto como se les ofrecía una nueva oportunidad para resurgir pocas horas después del varapalo recibido con el referéndum.

El plan de Syriza para crear un consenso nacional ha funcionado. El viernes, el Parlamento votó a favor de la propuesta hecha por el gobierno de un nuevo memorándum con una amplia mayoría de 251 diputados de 300. Ningún otro plan de austeridad ha sido jamás adoptado con una tal amplitud. Sólo 32 diputados votaron en contra: el KKE (el partido comunista), dos diputados trotskistas de Syriza y los nazis de Amanecer Dorado. Una vergüenza absoluta: los nazis votando contra la austeridad mientras que la “izquierda” vota a favor junto a la derecha.

Este acuerdo significa que Syriza ha decidido estabilizar al capitalismo griego por todos los medios posibles. Han escogido encargarse de esa tarea y aplicar un programa para los capitalistas griegos y europeos y contra los intereses de la clase obrera y de l@s oprimid@s. Existían otras alternativas, apoyadas por el pueblo, pero Syriza eligió posicionarse del lado de la clase burguesa. No fue ni una coincidencia ni tampoco una sorpresa. Es el resultado de una estrategia que lleva ya tiempo, reafirmada, de colaboración de clase; de una devoción absoluta a la zona euro, a la UE, a las reglas y a las instituciones capitalistas. Quien quisiera verlo venir pudo haberlo hecho.

No hay que hacerse ninguna ilusión sobre la posibilidad de un rechazo de esas medidas en ese Paralemento. Syriza y ANEL están determinados a votar a favor del plan, así como ND, el PASOK y Potami. En el mejor de los casos, puede haber una oposición de 1/5 parte de los diputados de Syriza (más el KKE), pero incluso esa perspectiva no es para nada una garantía. Sin embargo y a pesar de toda la decepción debida a las manipulaciones de Syriza, el movimiento por el NO es una experiencia aún demasiado reciente y exaltante como para ser olvidada. Mediante huelgas y manifestaciones masivas, aún podemos rechazar esas medidas, aunque el plan sea adoptado en los próximos días. Tendremos al gobierno en contra nuestra, pero es a lo que estamos acostumbrados desde hace ya años.

El acuerdo parece suscitar un principio de movilización: ¿Cuales son las perspectivas en términos de resistencia de las clases populares y qué papel desempeñan l@s anticapitalistas y l@s revolucionari@s?

El bloque más determinado en el seno del movimiento del NO había ya alertado de la intención de Syriza de renegociar y de concluir un acuerdo con la Troika, mofándose del veredicto popular del referéndum. Esa franja del movimiento, constituida esencialmente por la izquierda anticapitalista y revolucionaria, así como de grupos anarquistas y anarco sindicalistas y de algunos sindicatos combativos, hizo un llamamiento para manifestarse contra la propuesta del gobierno el viernes (5000 personas) y el domingo por la noche (2000 personas) en el centro de Atenas. Manifestaciones similares fueron organizadas en numerosas ciudades. El viernes, el KKE también movilizó. Esas manifestaciones no son aún tan masivas como sería necesario, pero han logrado dejar claro que esto no ha terminado. Una nueva manifestación tuvo lugar el lunes por la noche, apoyada también por ADEDY, la Confederación de trabajadores del sector público. ADEDY llama a una huelga general del sector público para el miércoles 15, día en el que se votan las primeras medidas.

Inevitablemente, la descarada capitulación de Syriza ha provocado la desorientación y la molestia, incluso la vergüenza, para l@s trabajadorxs, aunque ésta fuese previsible. La izquierda anticapitalista, y Antarsya en particular, tienen un papel esencial que jugar para que el enfado no se transforme en desesperanza y en resignación, sino para ayudar a que se transforme en combatividad. Antarsya ha ganado mucho en credibilidad, a pesar de todas sus debilidades políticas, gracias al papel que ha jugado en el movimiento por el NO. En realidad, ha conseguido ser el centro de gravedad de la parte más militante y determinada del movimiento, movilizando activamente a mucha gente y poniendo encima de la mesa la necesidad de rechazar no ya solo la propuesta de la UE sino también la del gobierno griego, así como la propia UE capitalista. Antarsya es la herramienta que puede hacer un llamamiento a la constitución de un frente militante contra el nuevo memorándum, con todo aquel que quiera luchar contra él. Al mismo tiempo, Antarsya defiende una alternativa radicalmente diferente, empezando por la anulación de la deuda, una ruptura con la UE y la zona euro (l@s revolucionari@s no pueden seguir teniendo ilusiones sobre la posibilidad de reformar esas instituciones), la nacionalización de los bancos y de las grandes empresas bajo control obrero y la auto organización general en los lugares de trabajo y de estudios y en los barrios, para que la gente empiece a construir su propio poder.

El balance de nuestra organización, el OKDE-Spartakos, a pesar de su debilidad numérica, es hasta hoy positivo, ya sea en términos del nivel de actividad o en términos de problemas políticos a los que nos enfrentamos. El OKDE-Spartakos trabaja por construir el frente único en la acción, así como una orientación para Antarsya diferente, claramente anticapitalista y revolucionaria, capaz de confrontarse a la presión ejercida por el reformismo.

¿Puedes darnos alguna precisión sobre las posiciones políticas y la intervención de la Plataforma de izquierda de Syriza?

La Plataforma de izquierda de Syriza representa cerca de 30 diputados en el Parlamento, es decir más o menos 1/5 parte de las fuerzas parlamentarias del partido. Sin embargo, la Plataforma de izquierdas ha aparecido completamente dividida y desorientada. Los dos diputados del R-Project (1) han votado NO, ocho se han abstenido (de los cuales dos ministros y la presidenta del Parlamento), otros siete no asistieron (aunque no todos por las mismas razones) y otros 15 declararon estar en contra de la propuesta aún votando SI. Lafazanis, dirigente de la Plataforma de izquierdas, declaró que no podía apoyar esas medidas pero que sin embargo seguiría apoyando al gobierno. De manera global, la actitud de la Plataforma de izquierdas hasta ahora no permite que confiemos en ella y no ha respondido a las expectativas, ni mucho menos. La mayoría de los diputados no se han atrevido a diferenciarse en la práctica, y aún menos votar en contra de una propuesta desastrosa. Cedieron al chantaje según el cual votar en contra podía significar la pérdida de la legitimidad parlamentaria del gobierno. Además, la evidente incoherencia de su posición permite a la dirección Tsirpas dividirlos y maniobrar, por ejemplo, excluyendo del partido a los dos que votaron contra, y excluyendo del gobierno, pero no del partido, a los dos ministros que se abstuvieron; y de ese modo intimidar a todos los demás.

La molestia y incluso la vergüenza de la Plataforma de izquierda son más que evidentes. No estaba presente durante las movilizaciones, ni el viernes, ni el domingo. Está claro que un buen número de sus apoyos, y otros militantes de base de Syriza harán huelga y se movilizarán en los próximos días. Sin embargo, la cuestión es saber hasta donde está dispuesta a llegar la dirección de la Plataforma de izquierdas. ¿Continuará dudando en votar contra de las medidas, durante la votación del miércoles 15? ¿Seguirá apostando por un apoyo “crítico” al gobierno, inserto en la gestión y en la aplicación de un plan de austeridad abiertamente burgués? No podemos saberlo de antemano, pero mi opinión es que la Plataforma de izquierdas va a conocer una escisión sobre esa cuestión.

En estos momentos debemos de ser directos: quien siga dando su apoyo crítico al gobierno, da su apoyo “crítico” a la austeridad. Quien decide romper con ese gobierno y con Syriza es bienvenido a bordo para la construcción de un frente único contra el nuevo memorándum. Quien siga dudando, formará parte del problema y será cómplice del gobierno, de la UE y de los capitalistas.

¿La votación por el plan Tsirpas en el Parlamento podría conducir a la conformación de un gobierno de “unión nacional”? Conllevaría esto último reacciones en el interior de Syriza y una recomposición política de la “izquierda anti austeridad”?

Hay que asumir como algo ya hecho que la voluntad de la dirección de Syriza es de cooperar con todos los paridos pro austeridad en la aplicación del nuevo plan, pero eso no significa necesariamente un gobierno de “unidad nacional”. Si las pérdidas entre los diputados de Syriza son importantes, Tsirpas se encontrará en una situación de urgencia. Deberá encontrar una alternativa. Esto podría ser un gobierno de “unión nacional”, o un gobierno con Potami en particular, sin embargo por el momento esto no aparece como el escenario más probable. Por el momento, una remodelación del gobierno, incluyendo a tecnócratas y excluyendo a algunos miembros dirigentes de la Plataforma de izquierdas, parece más probable. La respuesta puede darse de un momento a otro. En todo caso, está claro que ese gobierno no durará mucho tiempo y que las elecciones no están muy lejos.

En cuanto a la Plataforma de izquierdas, está claro que debe alinearse, o ser invitada a salirse. La UE insiste en eso. Ya he explicado las profundas contradicciones de la izquierda de Syriza. Evidentemente, corrientes que deseasen trabajar por una alternativa anticapitalista, independiente del reformismo, pueden formar parte en una futura colaboración con Antarsya. Pero antes deberán de clarificar su propio proyecto.

¿Cómo la lucha unitaria contra las medidas de este nuevo programa de austeridad y la política del gobierno pueden organizarse? ¿Qué pueden hacer l@s anticapitalistas y l@s revolucionarios de los demás países para ayudaros en Grecia?

La posibilidad para que el Parlamento rechace el acuerdo el miércoles 15 es extremadamente débil. Eso significa que deberemos prepararnos para una lucha más larga, para impedir la aplicación en la práctica de esas medidas. No será fácil imponer las privatizaciones. Los sindicatos del puerto del Pireo ya están preparando huelgas y es muy probable que l@s trabajadorxs de la electricidad también lo hagan. Ellos y ellas no estarán sol@s.

Necesitamos una coordinación militante para la acción común contra las nuevas medidas. En el seno de ese frente amplio, la izquieda anticapitalista y revolucionaria debe ser independiente y autónoma, tanto políticamente como organizativamente. Necesitamos una alternativa clara, no sólo de un “Syriza de izquierdas”, que estaría en contra de la austeridad pero que compartiría todas las ilusiones que han llevado a la capitulación (el respeto a la UE y a la zona euro, a las instituciones capitalistas, un acercamiento de colaboración de clase, etc...).

La oleada de solidaridad con el movimiento del NO en todo el mundo ha sido de una importancia excepcional. Ha animado y exaltado a la clase obrera del país. Necesitamos mantener y reforzar esos lazos de solidaridad, ya que todo el mundo está enfrentado a la misma ofensiva capitalista, aunque eso se haga mediante medidas diferentes. Al mismo tiempo, necesitamos que la izquierda revolucionaria esté del lado de la izquierda revolucionaria de Grecia, que ésta entienda y apoye la necesidad de una herramienta política revolucionaria, de un partido independiente del reformismo y del gobierno, en Grecia. Esto significa rechazar todas las ilusiones hacia Syriza que han sido (y desgraciadamente siguen siéndolo) extremadamente populares entre la izquierda internacional.

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