Comunicado de Izquierda Anticapitalista Revolucionaria - IZAR
El 28 de junio se celebra el día
del orgullo en conmemoración a los disturbios de Stonewall de 1968. Sin
embargo, ha pasado a ser una celebración más con la que el sistema, de nuevo
vuelve a lucrarse, dejando de lado todo contenido político y reivindicativo.
Por ello, este día debe ser tan solo uno más en el que continuemos con nuestra
lucha diaria, la lucha que pretende evitar que
hoy en día las personas que pertenecen a los colectivos LGTBI sigan
sufriendo discriminaciones provocadas por el sistema heteropatriarcal.
En la coyuntura actual, nos
encontramos con un sistema educativo que no da cabida a las sexualidades e
identidades no normativas, y por lo tanto no pretende acabar con las
situaciones de acoso dentro de las aulas. Además, este problema se agrava con
la implantación de la LOMCE y la segregación del alumnado. Este tipo de
discriminación se extiende posteriormente al mundo laboral, donde las sexualidades
diversas se esconden por miedo a la
discriminación o incluso el despido.
Por otra parte, en el sistema
sanitario tampoco se tienen en cuenta las demandas de esta parte de la
población, por ejemplo, negando la reproducción asistida a las mujeres
lesbianas con el objetivo de evitar que exista un modelo de familia diferente
al tradicional, formado por un hombre y una mujer. Por lo tanto, se ve como una
vez más la sexualidad e identidad de las mujeres es controlada en beneficio del
sistema. Además, el personal parece no estar suficientemente cualificado a la
hora de cubrir estas necesidades.
Ante esta situación, exigimos la
despatologización de la transexualidad y la intersexualidad, considerando que
existen alternativas a los géneros binarios impuestos por el sistema
patriarcal; la cobertura total de los
procesos médicos y psicológicos sin ningún tipo de exclusión a personas
migrantes; y la eliminación de pruebas como el “test de la vida real”.
Todas estas situaciones de
exclusión a las personas LGTBI tienen su máximo exponente en la violencia
física, aunque se fomentan sistemáticamente entre los diferentes ámbitos de
nuestras vidas. Debido a esto, se hace más necesario que nunca luchar contra
todo tipo de discriminación y contra la idea de que existe la igualdad. Frente
al avance de las ideas homófobas y patriarcales, en especial en las
instituciones, debemos organizar una respuesta eficaz en las calles, con la que
manifestar nuestra diversidad y dar voz a todas aquellas personas oprimidas.
Por ello, continuamos la lucha
contra el heteropatriarcado capitalista desde las calles, ¡organizándonos por
los derechos de las personas LGTB dentro de la lucha feminista!
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